El próspero reino de Silla floreció en estas tierras que son, en muchos aspectos, el verdadero corazón de Corea Del Sur. Un corazón fuerte y sano, encargado de preservar tradiciones y costumbres cuyas remotas raíces se pierden en el tiempo. La región con más encanto de este país, desconocido para muchos, asegura un viaje asombroso y plagado de tesoros de toda índole, en un lugar donde el futuro aún no ha logrado someter la fuerza del pasado.